7.11.09

¡Chamarra y Bufanda listas! El despegue se aproxima...

¡Hace frío!

Ayer mientras salíamos de la cineteca sufrí para llegar al metro. El frío penetraba mis dos suéteres y dos playeras. Betuqui por su parte batallaba con su petit-influenza. Fuimos a ver Los abrazos rotos y Nueva York Te amo. Nada maravilloso, pero por lo menos entretenido.

Llegué a mi casa con mucho frío pero viendo una luna otoñal cautivante con un cielo completamente despejado. Me emocioné. Me emocioné, aunque esperaba que estuviera nublado para esperar volver a ver un juego de luces en el cielo (según esto por los ensayos de iluminación del centro histórico) que un día antes me sorprendieron mientras manejaba y alteraron mis sentidos, pues parecía, sin temor a parecer demasiado exagerado: Una invasión extraterrestre muy al estilo INDEPENDENCE DAY (la película de los 90's). Las nubes se iluminaron de un color azul celeste y a los pocos segundos cambió a Amarillo amanecer, era un espectáculo espectacular. La ciudad dormida y yo, viendo ese espectáculo apocalíptico sin poder detener el auto. Fue un delirio (no literalmente).

No sé que tiene Noviembre, quizá más bien soy yo, que todo parece anormal. Si pudiera reescribir El maestro y Margarita, Woland no visitaría la tierra antes del equinoccio de primavera sino antes de la transición del gobierno de Venus al de Plutón, entiendase el cambio de Libra a Escorpión.

La mitología dice que Plutón, antes Hades, hermano de Zeus era el gobernante del inframundo. Así que no me extraña que este mes con Plutón como rector sucedan cosas fuera de lo común, mágicas y hasta atemorizantes. Noviembre siempre tiene noches que parecen acechantes y serenas, como de un misterio latente que invitan a entregarte a la oscuridad con el temor de ser traicionado por esta. Seguramente Girondo escribió su NOCTURNO en una noche de Noviembre.

Y a veces las cruces de los postes telefónicos sobre las azoteas,
tienen algo de siniestro
y uno quisiera rozarse a las paredes,
como un gato o como un ladrón.
A lo que iba: La noche de anoche la luna se veía sublime, no era luna llena, pero alumbraba y se sentía tan cerca que fué de esas veces que uno sueña con poder alcanzarla con solo subir a un edificio alto. Me recordó a mi corto próximo a estrenarse y a otra cosa:

Tengo el gusto de informarles que ya tenemos fecha de estreno del programa de radio sobre cine, para Invierno, en el mismo día del cumpleaños del aparato de los Lumiere: 28 de Diciembre por Radio-B. (Y juró que no es una inocentada)

El título, en referencia a Mélies: "EL COHETE HACIA EL OJO DE LA LUNA"

Y bueno, tengo fe en que funcione. De ahí que usó como pretexto la luna de ayer para recordar como fue que el hombre llegó a la luna, varias décadas antes que Neil Armstrong, porque como ya lo dijo Godard en esa frase explotada hasta el cansancio: "El cine es 24 veces la verdad en un segundo"

¡Hace frío!

Por lo que hoy saqué de la bolsa de la tintorería la misma chamarra que se había roto en mi viaje a Polonia y que ahora esta reconstruida. Fue una tontería, una acción insignificante, pero ya ven como soy de vivir de cosas pasadas y me llevó a un viaje a un año atrás, cuando no había chamarra, ni viaje, ni intenciones de viajar y había escuela, y mucho trabajo y yo tenía otros planes y cuando Noviembre era un mes pésimo...


En este mundo tan cambiante, me da gusto que por lo menos ahí siguen cosas que no cambian y todavía son capaces de emocionarme...

...como la luna.



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