He regresado a México, y sin embargo bloggerilmente me quede atrapado en Viena y todavia con varias escalas por contar antes de decir que estoy de nuevo en mi casita. Completo y muy contento... por eso, y antes de que empiece a olvidar cosas, aquí... BUDAPEST.
En el mood vienés llegue a las 11.30 pm a Budapest, esperando primer mundo y nada más sali de la estación de tren y ¡sopas! un mundo de diferencia. Que el hostal estaba a diez minutos caminando y pensé: ¿Qué son diez minutos? Además voy a ir conociendo la ciudad... Cuando sali del tren me sentí transportado a la ciudad de México, al centro histórico antes de que empezaran todas las obras de recuperación... Intente investigar como moverme, pero el metro nadamás no lo encontre (sino hasta el otro día) y la gente que venia en el tren desapareció casi mágicamente... Afuera, solo varios vagabundos... yo y mi confianza me hicieron pensar que no podía ser tan grave y como no encontraba el metro y no pensaba volver a bajar al paso a desnivel, porque baje una vez y subi casi corriendo cuando varios vagabundos se que me quedaron viendo mientras buscaba la entrada al metro que di por cerrada, porque todo parecia estar en obras y obviamente que en húngaro uno no entiende nada.
Total que me arme de valor... me ajuste la mochila y jale mi maleta con llantitas y me eche casi casi a correr en dirección hacia donde estaba el hostal... Obviamente el golpeteo de las llantas en la calle empedrada parecia llamar más la atención de uno que queria pasar desapercibido... Total que camine y camine en una avenida con no muchos carros y todas las paredes grafiteadas, con la sensación constante de que algo me estaba vigilando. Al final di la vuelta en la calle en la que debia dar vuelta y continue caminando y mirando el mapa de vez en cuando, tal cual un juego de Silent Hill, las calle no estaba del todo vacia, pero todo el que aparecia cruzaba la calle y desaparecia inmediatamente en otra. Para mi fortuna encontré rapidamente la calle del hostal y no era para nada bonita y amigable, unos vagabundos acostados en la esquina me hicieron bajarme de la banqueta y seguir por la calle empedrada (con piedras más grandes) con las que hacian más ruido las llantas. Y ahi enfrente estaba el hostal, en ese edificio, solo tenia que atravesar un jardin que parecia lo más peligroso del mundo y en el que podia verme tirado muerto hasta que mi cuerpo descompuesto y putrefacto se perdiera con la tierra, y en el pasto... Agarre valor, que total, ya que me quedaba.... y lo crucé casi con los ojos cerrados. Y llegue al hostal. Un edificio normal, pero con un anuncio del hostal. Toque el timbre y tardaron algunos minutos en contestar, mientras yo solo volteaba de un lado a otro para ver si alguien o algo me seguia (yo estaba en el mood Silent Hill). Contestaron. Le dije que no tenia reservación (porque asi soy yo) y queria ver si tenian una cama para dormir. Me dijo el hombre en el interfon que si, me abrió y me dijo que subiera al primer piso... La puerta se abrió y adentro era literalmente una vecindad (como en México, no me sentía para nada en Europa, mucho menos después de Viena) Claro, no me podían haber matado en el jardin porque seguramente todos estan esperandome aqui... Un lugar claustrofobico, chiquito, con muchas ventanas y todas las luces apagadas y yo con la sensación de que alguien me observaba desde las sombras. Subi las escaleras hasta el primer piso y llegue a un departamento típico de vecindad mexicana. La puerta estaba abierta. Entré. Total, ya que más puedo hacer...
Pero adentro se respiraba un aire hogareño y seguro, donde seguramente los monstruos de las sombras no me harían daño. Habia un alivio en mí. Un hombre veía Babel en la salita del lugar que lucia apretado y pequeño. De la cocina salió un hombre que me saludo en inglés y me dijo que llenará una hoja. Termine de llenar mis datos y después de un rato (algo largo) volvió a salir el hombre con unas sábanas para la cama. Me llevo a uno de los cuartos con ocho camas. Encendió la luz, y me dio las indicaciones de cual era mi cama y mi locker. Se fué. Ordene rápidamente mis cosas y volvi a salir con mi compu a la sala. La clave según me había dicho era "Aboriginal"... $&%che internet de $"#$"a... no me abria ninguna página, no podia checar el horario para el siguiente tren. Seguí peleandome con el internet hasta las 2 de la mañana. Después me rendi y me puse a recorrer el lugar... habia muchas hojas pegadas en una pared, diciendo como evitar a los ladrones, de no andar con objetos valiosos por la calle y demás medidas de seguridad... Afuera, la ciudad amenazante... Y yo, adentro, seguro por ahora... ¿qué pasaría cuándo saliera?
Sabia, porque habia checado antes que habia un tren que salia a las 5.30 am del martes (un día después) y ese queria tomar, para llegar con tiempo al siguiente destino. Pero, ¿cómo le iba a hacer para salir a las 5 de la mañana del siguiente día, con computadora, dinero, tarjetas, Berny y Jené. Pensando en eso, me fui a dormir. Intranquilo.
Por la mañana, cuando desperte, vi que las computadoras funcionaban normal. Saque la mía y el internet funcionaba maravillosamente... No puede ser tan malo, pensé. Cheque los trenes, y si, habia uno a las 5.30 am. Debia tomar ese. Pero no iba a pasar la noche en la calle, y debia encontrar un lugar donde dejar mis objetos de valor y el locker del hostal era un truco barato que simulaba cerrar, pero no cerraba nada. "En la estación de tren debe haber lockers" pensé, asi que fuí con todas mis cosas, y pague una noche en el hostal, para asegurar que tendría un lugar donde pasar la noche hasta las 5 de la mañana.
En la calle ya había vida, ya no se veía tan terrorífica como la noche anterior. Sin embargo, había un silencio raro, y la gente parecia vampiro. Con los característicos ojos, pomulos, mandíbula y orejas... Todos! Muy raro. Arrastrando mi maleta (por las rueditas sobre la calle empedrada) llegué de nuevo a la estación de tren que se veía más amigable. Cambié Euros por Florintios y fui a comprar mi boleto de las 5 de la mañana. Sorprendido que al ser la mayor distancia era el menor costo. Claro que la señora que vendía boletos me aclaro que al ser de bajo precio solo podía ser utilizado a esa hora y no era reembolsable. ¡Claro, no importa! Es una ganga!... Con mi boleto me fuí a dejar las maletas al locker, que resulto que no era locker... sino paqueteria y de seguro no se veía nada... Total que casi me desmayo dejando mi compu y pasaporte en la maleta que el hombre que atendía se llevo hasta un estante. Me dió a cambio una nota con un número marcado... ¿pues ya que hacia? Me intente tranquilizar yendo a la oficina de información turística por un mapa de la ciudad e información sobre como llegar al centro. La chica muy amable me explico como llegar al centro de la ciudad y sobre por donde deberia empezar mi recorrido. Salí de la estación, compré mi boleto por 24 horas de transporte y tome el autobus que me dejaria hasta el centro. Diez minutos después, estaba listo para conocer la ciudad. Aunque seguía pensando en mi computadora y el pasaporte y medio preocupado de que me fueran a asaltar y se fueran a robar a Berny y Jené. Y con esa sensación comencé a recorrer la ciudad. Silenciosa. Nublada. Imponente. Antigua. Misteriosa. Aquí en imágenes:
Eso sí, Berny y Jené se la pasaron bomba...
yo obviamente no les dije nada de los vampiros.
Hasta que por sí solos se dieron cuenta de que había algo raro...
Pero por supuesto, mis valientes muchachos no se dejaron asustar...
Cuando salimos del laberinto, la parte Buda ya nos pertenecía... ahora era hora de dirigirnos a la parte Pest para lograr una conquista completa:
Cuando nos empezabamos a caer bien, Budapest puso una barrera soltando nieve y un frío de muerte. Me estaba poniendo retos, la mujer de Budapest (porque así de caprichosa, no había de otra, tenía un espíritu femenino). Y yo empeñado en desenmarañar su secreto, su encanto. Y ella celosa de no dejarme. Y a dónde quiera que iba me estaba vigilando, con curiosidad solo para saber que tan lejos llegaba... Y ya con el frío que me subo al metro, checando mi mapa para ver que podía hacer y en dónde... Aquí llegue:
Y de pronto... Comenzó a oscurecer... otra vez...
En el mood vienés llegue a las 11.30 pm a Budapest, esperando primer mundo y nada más sali de la estación de tren y ¡sopas! un mundo de diferencia. Que el hostal estaba a diez minutos caminando y pensé: ¿Qué son diez minutos? Además voy a ir conociendo la ciudad... Cuando sali del tren me sentí transportado a la ciudad de México, al centro histórico antes de que empezaran todas las obras de recuperación... Intente investigar como moverme, pero el metro nadamás no lo encontre (sino hasta el otro día) y la gente que venia en el tren desapareció casi mágicamente... Afuera, solo varios vagabundos... yo y mi confianza me hicieron pensar que no podía ser tan grave y como no encontraba el metro y no pensaba volver a bajar al paso a desnivel, porque baje una vez y subi casi corriendo cuando varios vagabundos se que me quedaron viendo mientras buscaba la entrada al metro que di por cerrada, porque todo parecia estar en obras y obviamente que en húngaro uno no entiende nada.
Total que me arme de valor... me ajuste la mochila y jale mi maleta con llantitas y me eche casi casi a correr en dirección hacia donde estaba el hostal... Obviamente el golpeteo de las llantas en la calle empedrada parecia llamar más la atención de uno que queria pasar desapercibido... Total que camine y camine en una avenida con no muchos carros y todas las paredes grafiteadas, con la sensación constante de que algo me estaba vigilando. Al final di la vuelta en la calle en la que debia dar vuelta y continue caminando y mirando el mapa de vez en cuando, tal cual un juego de Silent Hill, las calle no estaba del todo vacia, pero todo el que aparecia cruzaba la calle y desaparecia inmediatamente en otra. Para mi fortuna encontré rapidamente la calle del hostal y no era para nada bonita y amigable, unos vagabundos acostados en la esquina me hicieron bajarme de la banqueta y seguir por la calle empedrada (con piedras más grandes) con las que hacian más ruido las llantas. Y ahi enfrente estaba el hostal, en ese edificio, solo tenia que atravesar un jardin que parecia lo más peligroso del mundo y en el que podia verme tirado muerto hasta que mi cuerpo descompuesto y putrefacto se perdiera con la tierra, y en el pasto... Agarre valor, que total, ya que me quedaba.... y lo crucé casi con los ojos cerrados. Y llegue al hostal. Un edificio normal, pero con un anuncio del hostal. Toque el timbre y tardaron algunos minutos en contestar, mientras yo solo volteaba de un lado a otro para ver si alguien o algo me seguia (yo estaba en el mood Silent Hill). Contestaron. Le dije que no tenia reservación (porque asi soy yo) y queria ver si tenian una cama para dormir. Me dijo el hombre en el interfon que si, me abrió y me dijo que subiera al primer piso... La puerta se abrió y adentro era literalmente una vecindad (como en México, no me sentía para nada en Europa, mucho menos después de Viena) Claro, no me podían haber matado en el jardin porque seguramente todos estan esperandome aqui... Un lugar claustrofobico, chiquito, con muchas ventanas y todas las luces apagadas y yo con la sensación de que alguien me observaba desde las sombras. Subi las escaleras hasta el primer piso y llegue a un departamento típico de vecindad mexicana. La puerta estaba abierta. Entré. Total, ya que más puedo hacer...
Pero adentro se respiraba un aire hogareño y seguro, donde seguramente los monstruos de las sombras no me harían daño. Habia un alivio en mí. Un hombre veía Babel en la salita del lugar que lucia apretado y pequeño. De la cocina salió un hombre que me saludo en inglés y me dijo que llenará una hoja. Termine de llenar mis datos y después de un rato (algo largo) volvió a salir el hombre con unas sábanas para la cama. Me llevo a uno de los cuartos con ocho camas. Encendió la luz, y me dio las indicaciones de cual era mi cama y mi locker. Se fué. Ordene rápidamente mis cosas y volvi a salir con mi compu a la sala. La clave según me había dicho era "Aboriginal"... $&%che internet de $"#$"a... no me abria ninguna página, no podia checar el horario para el siguiente tren. Seguí peleandome con el internet hasta las 2 de la mañana. Después me rendi y me puse a recorrer el lugar... habia muchas hojas pegadas en una pared, diciendo como evitar a los ladrones, de no andar con objetos valiosos por la calle y demás medidas de seguridad... Afuera, la ciudad amenazante... Y yo, adentro, seguro por ahora... ¿qué pasaría cuándo saliera?
Sabia, porque habia checado antes que habia un tren que salia a las 5.30 am del martes (un día después) y ese queria tomar, para llegar con tiempo al siguiente destino. Pero, ¿cómo le iba a hacer para salir a las 5 de la mañana del siguiente día, con computadora, dinero, tarjetas, Berny y Jené. Pensando en eso, me fui a dormir. Intranquilo.
Por la mañana, cuando desperte, vi que las computadoras funcionaban normal. Saque la mía y el internet funcionaba maravillosamente... No puede ser tan malo, pensé. Cheque los trenes, y si, habia uno a las 5.30 am. Debia tomar ese. Pero no iba a pasar la noche en la calle, y debia encontrar un lugar donde dejar mis objetos de valor y el locker del hostal era un truco barato que simulaba cerrar, pero no cerraba nada. "En la estación de tren debe haber lockers" pensé, asi que fuí con todas mis cosas, y pague una noche en el hostal, para asegurar que tendría un lugar donde pasar la noche hasta las 5 de la mañana.
En la calle ya había vida, ya no se veía tan terrorífica como la noche anterior. Sin embargo, había un silencio raro, y la gente parecia vampiro. Con los característicos ojos, pomulos, mandíbula y orejas... Todos! Muy raro. Arrastrando mi maleta (por las rueditas sobre la calle empedrada) llegué de nuevo a la estación de tren que se veía más amigable. Cambié Euros por Florintios y fui a comprar mi boleto de las 5 de la mañana. Sorprendido que al ser la mayor distancia era el menor costo. Claro que la señora que vendía boletos me aclaro que al ser de bajo precio solo podía ser utilizado a esa hora y no era reembolsable. ¡Claro, no importa! Es una ganga!... Con mi boleto me fuí a dejar las maletas al locker, que resulto que no era locker... sino paqueteria y de seguro no se veía nada... Total que casi me desmayo dejando mi compu y pasaporte en la maleta que el hombre que atendía se llevo hasta un estante. Me dió a cambio una nota con un número marcado... ¿pues ya que hacia? Me intente tranquilizar yendo a la oficina de información turística por un mapa de la ciudad e información sobre como llegar al centro. La chica muy amable me explico como llegar al centro de la ciudad y sobre por donde deberia empezar mi recorrido. Salí de la estación, compré mi boleto por 24 horas de transporte y tome el autobus que me dejaria hasta el centro. Diez minutos después, estaba listo para conocer la ciudad. Aunque seguía pensando en mi computadora y el pasaporte y medio preocupado de que me fueran a asaltar y se fueran a robar a Berny y Jené. Y con esa sensación comencé a recorrer la ciudad. Silenciosa. Nublada. Imponente. Antigua. Misteriosa. Aquí en imágenes:
Eso sí, Berny y Jené se la pasaron bomba...
yo obviamente no les dije nada de los vampiros.
Hasta que por sí solos se dieron cuenta de que había algo raro...
Pero por supuesto, mis valientes muchachos no se dejaron asustar...
Cuando salimos del laberinto, la parte Buda ya nos pertenecía... ahora era hora de dirigirnos a la parte Pest para lograr una conquista completa:
Cuando nos empezabamos a caer bien, Budapest puso una barrera soltando nieve y un frío de muerte. Me estaba poniendo retos, la mujer de Budapest (porque así de caprichosa, no había de otra, tenía un espíritu femenino). Y yo empeñado en desenmarañar su secreto, su encanto. Y ella celosa de no dejarme. Y a dónde quiera que iba me estaba vigilando, con curiosidad solo para saber que tan lejos llegaba... Y ya con el frío que me subo al metro, checando mi mapa para ver que podía hacer y en dónde... Aquí llegue:
Y de pronto... Comenzó a oscurecer... otra vez...
3 comentarios:
Perfecto, ya me diste el stage para un encuentro importante.
O para el encuentro final, al menos hasta que encuentre una mejor locación.
jjajajajaja.Las fotos de Berny y Jené me parecen lo más.Veo que lo han pasado bomba!!
Besos y abrazos varios para los tres!!
Por nada sobre el stage.
Gracias por los besos y abrazos, por acá el canadiense (Berny) y el francés (Jené) le mandan saluditos, y dicen que si, se la pasaron increíble. Aunque no encontraron cuentos húngaros ni en inglés ni en francés, menos en español y no sabemos que es ese oso con el zorro y el pato. Saluditos plus al pequeño Adrián que viene en camino.
Publicar un comentario